Columna || Ciudad sustentable y justa

Alejandra Atzín Ramírez Hernández

Las ciudades son espacios críticos para entender y atender el cambio ecológico global, los grandes retos en materia de deterioro ambiental y de sustentabilidad ocurren en las ciudades y más en ciudades tan grandes y complejas como la nuestra. Hoy en día el 52% de la población mundial vive en zonas urbanas y se proyecta que esta cifra incremente y que para el año 2050 entre el 64% y 69% de la la población habite las ciudades, lo que sin duda impactará en nuestro estilo de vida y en la presión ambiental que se ejerce sobre estos complejos territorios.


La Ciudad de México; como muchas otras grandes metrópolis atraviesa un momento crucial ante las tendencias globales de deterioro ambiental, cambio climático, pérdida de biodiversidad, deforestación, cambio de uso de suelo, escasez hídrica, contaminación y elevada generación de residuos entre muchas otras. Además de que estas problemáticas de “carácter ambiental” confluyen y se extrapolan las problemáticas de carácter social y vuelve más vulnerables ante temas como lo son las desigualdades estructurales, la falta de acceso a empleos bien remunerados, la equidad de género, el acceso a sistemas de salud sólidos y a dietas ricas en nutrientes a precios justos y equitativos por sólo mencionar
algunas.


Nuestra ciudad es un mosaico de todas estas proyecciones globales, cuenta con un complejo y diverso territorio en el que destaca que más de la mitad cuenta con uso de suelo de conservación en contraste con la parte de la ciudad cuyo suelo es meramente urbano. Las 16 alcaldías de la ciudad y su población presentan realidades, requerimientos y necesidades específicas en materia de medio ambiente. Necesidades que debemos entender y atender con una visión integral, ecosistémica y equitativa para todos los sectores de la población tengan acceso a un medio ambiente sano; en especial aquellos que históricamente han sido olvidados y vulnerables.

En materia de áreas verdes es muy visible las diferencias estructurales de acceso a un medio ambiente sano. En la CDMX el área verde que nos toca por habitante es aproximadamente de 5.3m2, mientras el estándar recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para mantener la buena calidad de vida en las ciudades, es de por lo menos 9m2 por habitante. Esta cifra se vuelve más aguda en algunas demarcaciones , por ejemplo mientras que en Iztapalapa hay 1 m2 de zona arbolada por habitante, en Miguel Hidalgo se estima que hay 12.6 m2.


Vale la pena señalar que actualmente se cuentan con iniciativas sólidas desde gobierno para disminuir estas brechas de acceso a derechos ambientales y para dar cumplimiento a a la Constitución de la Ciudad de México. Se ha invertido en proyectos como la rehabilitación de los 3 viveros de la ciudad que actualmente producen 10 millones de plantas en la Ciudad de México, plantas que son insumos para otros programas como “Sembrando parques” o “Reto Verde” que apunta a fortalecer la infraestructura verde de la ciudad al crear o regenerar espacios públicos dignos y propicios para estimular la convivencia entre los habitantes de la Ciudad, y promover el fortalecimiento del tejido social, la participación ciudadana y los derechos.

Además de la rehabilitación de parques y áreas ambientales como lo son el Parque Cuitláhuac en Iztapalapa o la propuesta de espacio público con la construcción de un parque en la Colonia del Gas en Azcapotzalco, espacio donde operaba un Centro de Transferencia ya atemporal. Hoy sabemos que necesitamos un espacio justo y seguro para la humanidad. Es necesario que la Ciudad de México con un gobierno de izquierda siga avanzando en una transición ecológica justa e incluyente en donde todas y todos los capitalinos tengamos acceso a un medio ambiente sano, a áreas verdes de calidad y a una ciudad más habitable.

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